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  • Por Cirenia Salazar

JEANS O DENIM

SUS ORÍGENES


Los pantalones de mezclilla han ido cambiando con el paso de los años, se han hecho skinny para luego volverse flare y acampanados hasta retomar el original bootcut que su creador, Levi Straus, propuso en 1860 para satisfacer las necesidades de los mineros que necesitaban una tela pesada y duradera para trabajar.


Posteriormente se tiñeron de color índigo, y se les denominó blue jeans.


Con la finalidad de hacerlos más resistentes, poco a poco se fueron implementando bolsas atrás y en los costados, al igual que un par de refuerzos con costuras en hilo amarillo.


Debido a su gran accesibilidad de precio y su practicidad, poco a poco los jeans comenzaron a popularizarse ya no únicamente entre los mineros, sino también entre los granjeros, trabajadores de fábricas industriales y cowboys, a tal grado que en 1870 las mujeres del viejo oeste los adoptaron para trabajar, convirtiéndolos en una prenda unisex.


Posteriormente se usaron como un símbolo de rebeldía para buscar la igualdad entre ambos sexos. Se llevó en prendas utilitarias y deportivas hasta convertirse en una ropa casual.


En 1930, y junto con una de las revistas de moda más importantes del momento, nació el estilo conocido como western chic. La publicación mostraba un anuncio de dos mujeres de la alta sociedad usando unos jeans ajustados, y fue entonces que las tiendas departamentales empezaron a vender botas tipo vaquero y pantalones de mezclilla femeninos, similares a los de los maculinos, pero con el cierre a un lado, en lugar de llevarlo al frente.


Después de la segunda guerra mundial, y para diferenciarse de los hombres, las mujeres deciden agregarles parches de piel a sus pantalones y enrollar la parte inferior de los mismos para dejar al descubierto sus tobillos.


Finalmente, en 1958 esta prenda se ajustó a la silueta femenina, llegando a la cintura, y ya en los sesenta, se le agregó a la prenda el cierre delantero.


SÍMBOLO DE REBELDÍA



En los años cincuenta los pantalones de mezclilla se volvieron un emblema de glamour, gracias a que dieron el salto al cine por medio de personajes como Marlon Brando en la película Blue Denim, donde las rebeliones juveniles se ilustraban a través de jóvenes con jeans, chamarras de piel y playeras blancas. En los sesenta se volvieron icónicos por demostrar solidaridad con la clase obrera y se encontraban modelos distintos, pintados con mensajes o parched a favor de la causa, por lo que todavía no eran bien aceptados por los adultos ni en lugares públicos como restaurantes o teatros.


MAINSTREAM



Finalmente en los ochenta los pantalones de mezclilla se convirtieron en una prenda de moda, esencial en el guardarropa de cualquier persona, sin importar su sexo, clase o edad, y con esto no solo se permitía usarlos en toda circunstancia, sino que se les empezó a considerar un símbolo de modernidad y estatus.


A partir de ese momento, la mezclilla fue tratada de diferentes maneras y los pantalones fueron modificando sus cortes y diseños , desde deslavados hasta rasgados o teñidos de color.


Además , los diseñadores y las casas de moda más importantes del mundo los empezaron a incluir en sus colecciones , de tal manera que hoy los consideran uno de sus básicos.


Tal es el caso de Calvin Klein, quien en esa época desarrolló una línea especial de jeans.

En la actualidad, la mezclilla se utiliza para cualquier tipo de prenda, desde chamarras, pantalones, vestidos, chalecos y más, por ello, es que hoy la vemos en todos lados y temporada tras temporada en los desfiles de alta costura.


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