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  • Nehemías Domínguez

¡2020 Sorpréndeme! Resúmelo…

El mío en un buen libro que si es voluntad del altísimo estaré platicando a la generación “Coronavirus” o “Covibabys” cuando ya tengan uso de razón, muy al estilo de Joël Dicker, con ese sabor del mejor bestseller escrito bajo las oscuras pasiones que se desatan en la habitación de un hotel que van desde el deseo carnal hasta el más vil pensamiento esquizofrénico que puede desenfrenar el ser humano en sus momentos de quietud cuando nadie lo ve. Es como un secreto que todos se guardan pero que nadie se atreve a escudriñar por el temor a convertirse en el victimario de una víctima creada de sus propias acciones.


Es el coronavirus una pandemia natural u otra pantomima más de la esquizofrénica pasión humana por controlarse a sí mismo y tener el dominio sobre lo que no es fácilmente dominable, no me toca a mí generar la respuesta, pero sí te puedo decir que para mí es producto de las atosigantes ideas inescrupulosas que han generado temor en una sociedad llena de desigualdad, que no conoce la diferencia entre la realidad y ficción. Que cree todavía en la historia de la cenicienta llevada a la pantalla chica donde la mujer humilde se convierte en la señora de la casa ostentando el apellido más rimbombante que se hayan podido idear en épocas atrás. Si no me crees ahí tienes a Teresa que continúa siendo el hit en la televisión no solo abierta sino en la de paga obteniendo el mejor rating en programas nacionales dentro de una cuarentena que nos mantiene cautivos en casa sin poder hacer nada adicional.


¿Por qué ficción?


Porque hemos preferido creer en todo aquello que nos han abarrotado en redes sociales y medios de comunicación que lejos de contribuir nos han separado más como sociedad. Jugamos al detective señalando responsables, dando explicaciones como si fuéramos los causantes y generando especulaciones que no contribuyen en nada, pero que propician ese ambiente tele novelesco donde no sabes que te depara el final, pero deseas que llegue para conocer el desenlace de la novela; para desenmascarar al enemigo y al causante de tanto daño. Como en aquella habitación 622 donde se esconde una mórbida escena sin respuesta que debemos justificar y esclarecer, no batalles con suposiciones mejor súbete al tren del suspenso e intriga realista de Joël Dicker en su “Enigma de la habitación 622” quizá te ayude a entender la capacidad del cerebro humano para conquistar los más bajos deseos inexistentes en la superficie de tu ser, aquello que proyectas a diario.


Una historia plagada de todo aquello que deseas vivir en tus más álgidos sueños de una vida interesante y no tan monótona como es el diario vivir. Pero ¡aguas! que quizá no sea una vida simple sino tu quien que estas luchando todos los días como cada uno de los personajes por encontrarse a sí mismo y necesitan meterse en las acciones de otros para sentirse vivos. Es quizá hoy día con nuestra cuarentena la oportunidad perfecta para preguntarnos qué pasa con nuestro ser, realmente queremos vivir en una novela detectivesca donde hay víctimas y victimarios o queremos encontrar primero la razón de nuestro ser, el sentido a lo que decimos, hacemos, vestimos y actuamos; tal vez somos parte del complot más grande del mundo donde todos están contra nosotros como si de un dragón enorme se tratara que vuela a nuestras vidas quemándote con fuego arrasador en carne viva, sintiendo como te consume con cada flama que sale de su boca hecha palabra ara destruir todo lo que tú y otros han construido con esfuerzo y dedicación. ¿Cómo poder vencerlo? Tal vez si abres tu mente y te das la oportunidad de analizarte podrás encontrar la respuesta junto a “El Dragón que todos llevamos dentro” autoanálisis, conciencia, espiritualidad, creencia y fe en estos tiempos como en todos los demás no está demás. Sea cual sea tu opción, estoy seguro que quedaras satisfecho con excelentes obras. ....

Continuará...

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