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  • Nehemías Domínguez

“El dolor es inminente, sufrir es opcional”


“El dolor es inminente, sufrir es opcional” gracias a ti por haberme hecho vivir los días más tristes de mi vida, que me permitieron lograr mi sueño.


¡Todo llega…mira al cielo y confía!

Escribir es un aliviane, pero enviarlo es otro pedo…publicarlo se merece un doctorado. Cuando una araña teje su telaraña resulta que lo hace a la perfección, con esos esos hermosos hilos resistentes capaces de soportar los embates de la naturaleza, a veces salvaje y otras apacible, sin embargo, mientras la araña siga considerando a esos enredos como su hogar o su fuente de alimento, ella continuara reparando cada zona, cada sector que se vaya dañando y remendara los trazos reventados por la fuerza que ejercieron sobre ese delgado hilo que aguantó estoicamente aferrado a ser parte de una estructura bellamente delineada y construida con el fin de durar por siempre.


Así como la araña transmite ese sentido de pertenencia al hilo que sostiene su mundo, su hogar, la fortaleza donde se refugia para poder cohabitar y sentirse protegida; así construimos castillos en el aire y vidas futuras con sueños llenos de deseos que muchas veces se desvanecen pese a tener toda la fuerza, pasión, entrega y compromiso necesarios para cimentar una vida conjunta.


Cuantas veces te has levantado por las mañanas, deseando no vivir ese dolor tan agudo que en tu pecho se ha clavado durante la noche impidiendo poder conciliar el sueño que al llegar solo te genera imágenes de supuestos, de escenas revividas que te hacen preguntar en que falle. Cuantas veces has llorado a solas, incluso en público mientras ríes a carcajada abierta, sintiendo por dentro el desgarro de la herida que no ha dejado de sangrar, pero valientemente resistes, mostrando al mundo que no pasa nada y aun con esa herida de muerte sigues en pie levantándote débilmente para continuar tu caminar en busca de los sueños que alguna vez perdiste de vista por entregar todo a una persona, por depender de ese alguien o ese algo que te hizo creer llegarían a conquistar, afrontando lo que fuera, defendiendo esa unión que nada ni nadie vencería.

Cuando lei la frase compartida al inicio no pude evitar pensar en la pasión y entrega que la autora del relato inyecto a esa relación tan fructífera para poder hoy decir “Gracias” por enseñarme que el mundo no se acabó, que la vida sigue y el amor que siento por mí es más grande que las migajas a desprender de ti. Que no eres el pan de vida, que todo lo que necesito esta en mí y no en otros. La catarsis tan grande que hizo para entender que las personas llegan y se van, que el amor nace en uno y la necesidad de buscar en otros es una falacia desvirtuada por el orgullo de aquellos que no se han atrevido a confrontar la realidad de una ruptura, que como la araña admiten estar tejiendo un nuevo hilo para sujetar su casa, su hogar, aunque este ya se haya ido con la corriente de aire que azoto durante la última lluvia fuerte.


Cuantas veces has defendido lo indefendible a punto tal que no pudiste con el gran peso sobre tus pensamientos y sentimientos a flor de piel, esos que te llevaron consumir la toxicidad de un medio que lejos de construir te corroe por dentro hasta transformar la tierra fértil en ti en un desierto árido, donde solo se percibe soledad, terror, vacío, miedo y angustia a morir en medio de la deshidratación de un terreno que con cada paso tus pies se hunden en la transformación de las corrientes de aire que mueve de lado a lado esa arena penetrante entre tus ojos a fin de impedir a donde dirigir la mirada que tratas desesperadamente de ver un oasis para refugiarte del intenso sol, del calor incesante, de la sed que te consume antes de caer en la noche fría casi congelante, donde deseas tan enormemente un cálido abrazo.


Experiencias de ultratumba amorosa, asi les llamo. Muy pocas personas se atreven confrontar la realidad de un adiós, de una nueva vida, de dejar atras aquello que duele para transformarlo en fuerza, en energia pura y limpia que te renueva desde adentro para recoger las pieles desgarradas de esa entrega donde no importo tolerar el frio o el calor con tal de arropar a la otra persona. Aquellos que pueden dar las gracias por el gran aprendizaje no son expertos en amores, son doctores graduados con los mas altos estandares de simplicidad nata al amarse y valorarse propiamente, sin intermediarios; esos valientes que se atreven a decir aqui estoy listo para lo que venga que al final del dia de eso se trata la vida y tal vez no pueda darme todo lo que necesite pero al menos si puedo reconstruir mi telaraña no nuestra telaraña.


Todo con el tiempo llega, difícilmente entenderemos eso al principio pero recuerda Dios no se equivoca, sus tiempos son perfectos y las enseñanzas vienen de quien menos te las esperas, ha dicho popular recitan muchas veces: de amor, nadie se ha muerto. Mientras todo lo que necesitas llega, levantate todos los dias agradecido, disfruta, rie, corre y goza ese dolor, llora, exorcisa ese sentimiento de pena que tanto te atañe, siente como llegan mejores tiempos. Con el tiempo se parte del cambio, no cambies con el tiempo. Porque tus sueños, tus deseos, tu vida esta frente a ti a tu alcance solo esta que te quietes esa arena de los ojos y decidas encontrar el oasis soñado.


Mientras todo llega, celebra tu vida! Agradece a quien te enseño lo mas hermoso de la vida porque no olvides que la felicidad muchas veces tiene un precio muy amargo, pero aun la fruta mas dulce y fragantemente deliciosa alguna vez no tuvo sabor y fue amarga. Mientras todo llega mira al cielo.


Hoy tu eres mi inspiración, porque el dolor fue inminente, tu dolor no fue opcional. Gracias por mostrarme el camino, quizá suena "loco" decir que escribir aliviano, enviarlo dolió pero la clase la impartiste tu y a la graduación fuimos con toga y birrete.

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